Y con el paso de los años te vas moldeando según los golpes que te da la vida, o simplemente los que te das tu mismo sin darte cuenta.
Un vida llena de rutina, de estrés, de aburrimiento, pero también de alegrías y diversión. Y de repente en un segundo todo puede cambiar.
Tu eres tu propia montaña rusa, tu guías tu camino aunque a veces haya baches y necesites a alguien que te ayude a seguir, pero depende de ti.